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miércoles, 11 de enero de 2012

El Faro de Alejandría


El macedonio Alejandro, al tomar Menfis, pasó en dirección a consultar al oráculo de Amón en el oasis de Siwa cuando vio en el pequeño puerto de Raked et sobre el 332-331 a.c una buena zona para establecer una ciudad, la cual se hizo según los planos del arquitecto Dinócrates de Rodas, se fundó de esta manera Alejandría.

El fuerte Qait bey
Al extremo de la isla de faros, en el lugar donde ahora se alza el fuerte de Qait Bey, se erguía, con sus 120 metros de altura, el faro de Alejandría. El puerto se dividió en dos, ya que la isla fue conectada a tierra mediante un dique denominado "Heptastadium".
El Faro se construyó por Sócrates de Cnido para Ptolomeo II Filadelfo (280 ac).y resultado de la superposición de tres partes de planta respectivamente cuadrada, octogonal y redonda.
Se necesitaba alguna señal elevada y luminosa para todos aquellos que desde alta mar navegaban por aquellos lugares, a fin de que pudieran enfilar con seguridad la entrada al puerto.

El Faro de Alejandria
Su cima estaba equipada con espejos metálicos para señalar su posición reflejando la luz del sol; y por las noches, a falta de luz, se enciende una hoguera. Estrabón decía que el fuego que se mantenía encendido en la cima de la torre era visible a 100 millas.
Las leyendas nos cuentan como el misterioso espejo era también usado para detectar y quemar buques enemigos antes que estos pudieran dar alcance al puerto.
Para acceder a la entrada existía una rampa abovedada larga. De allí, una escalera espiral que llevaba a las muchas cámaras que tenía y usadas quizás por bestias de carga para llevar combustible al tercer piso donde el fuego se quemaba en la cúspide.
Gracias a un viajero árabe llamado Abou-Haggag que en el año 1166 d. C visitó el Faro, tenemos una rica información que nos describe con bastante precisión la estructura que ayudó a los arqueólogos modernos a reconstruir el monumento.
Entre los diversos escritos entre los años 320 y 1303 de nuestra era, se cuenta que en el año 796, el Faro perdió su piso superior y 100 años después, el gobernador de Egipto, Ibn Tulun (868-884), construyó una mezquita abovedada en la cúspide.
Entre el año 950 y 956, las grietas empezaron a aparecer en las paredes y la torre perdió unos 22 metros de altura. En el año 1261 un terremoto la volvía nuevamente a dañar, cayendo parte de su estructura, aunque en el año 1272 el sultán Salah al-Din Yusuf (Saladino) hizo un trabajo de restauración.
El 8 de agosto de 1303 un violento terremoto agitó la zona mediterránea oriental. Los violentos temblores se sintieron en Grecia, el Levante y Delta de Nilo. Alejandría fue una de las ciudades más desfavorecidas por el terremoto como señaló Ibn Tagribardi: "Los príncipes a cargo de fundaciones religiosas pasaron largo tiempo reparando los daños infligidos en las escuelas, mezquitas e incluso el Faro".

Ibn Battutah
En el año 1326, el viajero árabe Ibn Battutah, pasó por primera vez por Alejandría y escribió que él subió a la rampa que llevaba a la entrada de la torre. Al volver en 1349, el faro estaba completamente en ruinas. Permaneció así abandonado durante un siglo hasta que el sultán Mameluco, Quaitbay, decidió fortificar la defensa de Alejandría para lo cual construyó una fortaleza sobre las ruinas del mismo Faro, usando parte de la piedra caída y el mármol blanco que pudo rescatar , es ahora el que conocemos como “Fuerte de Qait Bei”.
Un investigador alemán, llamado Herman Thiersch, nos ha ayudado a imaginar el faro mediante el estudio de las fuentes de información existentes y las monedas, terracotas, y ciertos mosaicos romanos en Libia y Jordania, donde estaba representada la imagen del faro. Todo ello lo recopiló en un libro llamado "Faros" de 1909 y que ha servido como una referencia para todo estudioso de esta maravilla de la antiguedad.
La misión arqueológica que empezó a rescatar las ruinas del faro en 1994, bajo los auspicios del Centro de Estudios de Alejandría, ha logrado extraer y clasificar hasta la fecha más de 3.000 objetos (esfinges, estatuas de otro tipo, columnas y bloques de piedra) pertenecientes a distintas épocas (faraónica, tolemaica y romana).
Habida cuenta de la situación y las características de los pesados bloques de granito sumergidos, los científicos tienen la convicción de que son vestigios del famoso Faro de Alejandría. Aunque algunos de esos bloques, una vez recuperados y restaurados, se han expuesto al público en un teatro al aire libre de la ciudad, los arqueólogos tienen previsto dejar los demás donde se encuentran y crear un parque arqueológico submarino para preservar in situ estas reliquias del pasado.
Cabeza de Ptolomeo II
El francés Frank Goddio, descubridor del galeón San Diego, ha logrado revisar la topografía del puerto antiguo con ayuda de un sofisticado material y un equipo de buceadores expertos. También detectó un suelo enlosado, columnas derrumbadas, diversos bloques y estatuas gracias a las excavaciones intensivas que lleva efectuando desde 1995.
Por su parte, el Centro de Estudios Alejandrinos, creado por Jean-Yves Empereur (CNRS) en 1990, ha descubierto junto al fuerte de Qa-itbey, enormes bloques de granito que podrían proceder del famoso faro de Alejandría. Además en 1995 sacó a la superficie el busto monumental de un Tolomeo con atuendo de faraón. Por último, se han identificado en alta mar restos de barcos antiguos.
Arsínoe
La primera estatua rescatada 20 años antes está expuesta en el museo marítimo de la ciudad y se creía al principio, corresponder a una diosa. Sin embargo se ha podido verificar que las dos estatuas corresponden a un mismo estilo y podrían ser las que flanqueaban la entrada del faro. Estas se han identificado como la de Ptolomeo II y su esposa Arsínoe.

Poco a poco se va desvelando el misterio de esta impresionante construcción que debió dejar estupefactos a más de un viajero.

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